jueves, 11 de junio de 2015

RETORNO A ESTELLA 2





 
…para encontrar el pueblo prácticamente intacto, reventando de iglesias, caserones y puentes, salvo ese cinturón mostrenco de ladrillo visto que equipara las afueras de todos los municipios españoles, intercambiables desde principios del siglo XXI



…durmiendo su sueño de abandono la casa de la Calle Mayor en la que veraneamos unos cuatro o cinco veranos de los años setenta
 
 
 
 
 
 
 
 





…hermosa casa de balcón forjado y conchas en la fachada barroca –que un viandante distraído no apreciaría sin mirar hacia lo alto, dado lo estrecho de la calle

 


…casa que encuentro documentada como Palacio Munarriz en páginas de internet, efectivamente Munarriz era la señora que alquilaba la casa



…construida en torno a 1760 por encargo de un indiano que murió antes de verla terminada dejando múltiples deudas a sus allegados
 



www.unav.es/catedrapatrimonio/paginasinternas/.../munarriz/default.html
 
…y que la dueña reputaba como la mejor casa de Estella (efectivamente
lo era en cuanto a arquitectura civil) y por la que pasaron, decía, huéspedes ilustres de Napoleón a Eddy Merck (/ el cuarto donde había dormido el ciclista tenía un armario que olía a pis)
 
 

…casa que habitamos aquellos veranos consecutivos sin conciencia histórica ninguna, en aquel presente sin memoria ni expectativa de la infancia
 
…y que supongo no era especialmente lujosa ni prohibitiva –la humedad del portal con cantos rodados, los techos de yeso desconchado- dado que todo el centro de Estella es monumental y que en las casas blasonadas de la Judería viven hoy día los inmigrantes chinos y pakistaníes

 

…los últimos veranos pasamos a alquilar una casa que había enfrente –aun sigue modesta y ruinosa –pero ya aquello dejó de ser lo mismo, desaparecida la pandilla que jugábamos en la calle, Eva y Berta de la zapatería, Robertito el de la funeraria, Luisito y su hermanastra que los veranos volvían de Burdeos
 
 
…para recalar finalmente en una pensión entre la calle Mayor y la Plaza de Estella (un verano bastante aburrido viendo en la tv común de la pensión telefilmes como El caballero azul el último año pasado en Estella, debió de ser el verano de 1977 el mismo que murió Elvis Presley) pensión a la que vuelvo cuarenta años después,

 
para recordar algunos retazos el mostrador de madera una columna de ladrillo en el portal una foto de la vieja Estella un mapa del camino de Santiago la vista desde el balcón a la calle Mayor dorada (los cantos y conversaciones de los que pasan por la calle, subiendo como entonces) …la señora de casi ochenta años a la que me suena vagamente haber visto en la flor de la edad

 
…para comprobar en general cuanto se olvida

 

domingo, 7 de junio de 2015

PANERO REVISITED

 


Un joven periodista de EEUU que prepara un libro sobre los Panero (¿¡los Panero a Hollywood !??) contacta conmigo para preguntarme sobre Michi.

Más o menos tiene la misma edad que yo tenía cuando me desplazaba a Sears, treinta y pocos. Impresión de nostalgia, pero también de que sigue incesante la rueda de las generaciones literarias (y yo dentro de ella, aunque sea como reliquia).

Era por esta misma época del año, un junio caluroso –aunque no tanto como éste- de hace dieciocho años… La entrada en aquel hospital para deshauciados, la subida a una habitación en la que pegaba fuertemente el sol, donde me esperaba un Michi Panero invariablemente inactivo, sentado en una butaquita pequeña, con los brazos colgando y las piernas extendidas a lo largo, y que al verme llegar me saludaba con su voz cavernosa: Hola hola… Asís.



Luego las grabaciones en el pinar ajardinado, el zumbido de los coches por la carretera de Colmenar, los rascacielos en el horizonte… A Michi le gustaba hablar, le gustaba escucharse, era muy irónico y quizá con ello conseguía levantar un yo al que el dolor no llegara tan fácilmente. (A instancias del investigador, que me pregunta por una hipotética huella panérica, creo que Michi era, lo mismo que sus hermanos, “un modelo a no seguir”).



No he vuelto a pisar aquel jardín, aunque muchas veces –ayer mismo- pase por delante en coche, la fachada gótica ahora pintada de rosa. Los últimos años han instalado en la azotea un puesto de vigilancia de incendios y los compañeros que lo cubren suelen pedir frecuentemente la baja antes de terminar la campaña –ruidos, humos y olores de un extractor, malas vibraciones.

http://www.bilbao.net/bld/bitstream/handle/123456789/1822/pergola12.pdf?sequence=1.


 
 

miércoles, 3 de junio de 2015

CENTAUROS DEL PIRINEO


 

Volviendo de Zuberoa, a través del Pirineo –cumbres y barrancos, arroyos y dólmenes- por una ruta, interminable y mágica, que extrañamente no aparece en los mapas, puerto de Irati - Esterenzubi - Orbaizeta 
(la navarra Orbaizeta con el esqueleto de su fábrica de armas descansando sobre el lecho del río)
 
Pottoka
  
Orbaizeta

 …y utilizando mis rudimentos de euskera para preguntar y hacerme entender en la aldea, Esterenzubi, que queda en medio de la ruta, aún Francia, (y así aprovecho para practicar, además que no controlo nada de francés), a un padre y un hijo que trabajan junto a la casa, amontonando leña

 
 


-Segi erreka. Beti (sigue siempre el arroyo)- me dice el padre, la boina calada, los ojos azulísimos.

-Urrun dago? (¿queda lejos?) pregunto.

-Uno cuarentaisinco minuto- concluye el hijo, en español andaluz, aprendido probablemente en unas lejanas vacaciones de Torremolinos. 
 
es.wikipedia.org/wiki/Multilingüismo