martes, 31 de diciembre de 2019
sábado, 28 de diciembre de 2019
lunes, 23 de diciembre de 2019
VARIA
Sólo el sol de esta tarde. y la plaza con cerezos...
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Hoy he visto muchos curas por la calle. Debe ser que se acerca la navidad.
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No es lo mismo los escobones que pierden las cerdas, que las cerdas que pierden los escobones.
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También los gorriones han vuelto...
jueves, 19 de diciembre de 2019
PATXI ANDION
Veo
que ha muerto Patxi Andion en accidente, en una carretera de Soria. ¿Qué se le
habría perdido por Soria, con la que está cayendo…? Patxi Andión era un
personaje “residual”, figura que fue de la transición en la música y el cine…
Hace
unos años conocí a Patxi Andion en una cena
literaria, y “residual” y lo que se quiera era un tipo que destacaba, quizá
por la absoluta mediocridad de los allí reunidos (me excluyo a mí y a Patxi
Andion). PA iba con una morena muy guapa, su mujer, bastantes años más joven y
de vez en cuando le llamaba la atención y como que le echaba un poco la bronca.
Detalle políticamente incorrecto que me lo hizo también simpático.
Andion
ya había estado con aquel pibón, Amparo Muñoz –pareja de moda cuando entonces. La
guapa actriz malagueña, miss Universo que cayó en las garras de la droga, y en
algún programa chorra del corazón dijeron que Patxi Andion fue el que le metió,
el que le enganchó. Pero yo no creo
que Patxi Andion tuviera que atarle a una silla para inyectarle una dosis, al
fin cada uno hace lo que quiere…
Ptxandion
se había reciclado como profesor de universidad y era un tío culto que hablaba
de la judería de Toledo y de la literatura social. Culto pero no erudito, tenía
quizás algo de advenedizo, del hombre atrevido “que se ha hecho a sí mismo”.
Patxandion,
que se definía como un vasco madrileño, sacó algunos discos en euskera, como el
homenaje a Iparragirre, y más cosas… Alguna vez he visto que estaban sus
discos en La Metralleta, entre los saldos y la pachanga. Así funciona este
ingrato país.
viernes, 13 de diciembre de 2019
GALDOS
Para
2020 será el año de Galdós y ya ponen algunos carteles en autobuses: Galdós es Madrid. Me
gusta ese slogan, porque a Madrid le hace falta un poco nacionalismo (que no
centralismo), aunque, como todos los escritores de Madrid, Galdós no sea de
Madrid…
Pero
de ahí a que Galdós pase a ser un autor popular hay mucho trecho.
El
descrédito de PG empezó con los noventayocho,
que empezaron a meterse con él, por pura envidia… “el garbancero”. Pla dice de Galdós
que es ilegible, y le compara siempre con Blasco Ibáñez (¿por qué no con
Dostoievski?). Y luego siguen contra Galdós los de siempre: PIBA, Francisco
Umbral, Juan Benet – hasta el tonto de Julio Cortázar hace un pastiche de
Galdós en Rayuela.
En
el fondo era la eterna polémica estilo
versus narración… escritores de gato contra escritores de perro. Galdós es
narrador a tope, a veces demasiado…, porque lo que podía contar en una página
lo cuenta en cuatro (pero eso también Dickens –su maestro- y nadie dice nada).
Pero
era el momento de arrearle estopa a Galdós, era el muñeco que quedaba colgado
de las murallas de Madrid (o de lo que quedaba de esas murallas), era ese viejo
verde que fisgaba en las porterías, qué solo estaba Galdós en su mundo de
soñadas mujeres madrileñas –qué tipos pintó, de chulería que habría que
conquistar para llegar a su fondo de ternura:
Fortunata,
la Desheredada, Tristana, Benigna (la mendiga de Misericordia…) Se ve su
interés por la mujer y una pulsión erótica que no aparece en los castos 98s.
Sólo ese rollo femenino y psicológico le salva –aunque personalmente debía ser
un sobón y hoy las feministas le masacrarían con me/Too.
Ha
quedado sobre todo el Galdós de los Episodios Nacionales, en los que quizá vio
a España mejor de lo que era, Galdós era un canario (de abuelo guipuzcoano: Galdos),
y ya se sabe que los canarios por su movida insular se sienten muy
españoles.
Pero
Galdós, aunque así lo parezca, no es sólo el viejo coñazo de los billetes
verdes. Galdós anticipó el monólogo interior, entrando en el interior de sus
personajes (antes que la corriente de conciencia de Joyce). Más psicológico que
impresionista, para ser un autor “realista” pintó muchos locos y alucinados. Contra
el mundo mítico (episodios) el mundo místico (Nazarín).
Cuando
más invernal y oscuro y desapacible nos parece Madrid es el momento de leer a
Galdós, su madrid de mesa con brasero y cocidos, que sigue existiendo por
embajadores, lavapies, peñuelas y así…
viernes, 6 de diciembre de 2019
LA PRENSA
-Cuidadín,
cuidadín -le dije a mi colega- que vamos a entrar en el panben.
Estábamos
en una encrucijada de Carabanchel, barrio de barrios
-No,
no, esto no es Pan Bendito. Esto es La Prensa… -advirtieron, una pareja, chico
y chica, carabancheleros de la vieja guardia, pero con cierto tonillo de todavía hay clases-:
-La Prensa-,
repetían con la cabeza muy alta, orgullosos de su patrimonio.
Efectivamente.
Hoy
he vuelto a recorrer esas calles. Calle del Siglo Futuro, del Diario La Nación,
del Diario El Progreso, en las que sobreviven siete u ocho de estos chalets centenarios. (hoteles u hotelitos, les llaman en Madrid). Construidos como
residencia para periodistas –algunos los cogían para veranear. En uno de los
que quedan, el hotel del Gato, vivió Manuel Machado, un monstruo…
detalle "siniestro" en uno de los chaletos |
Como por
ahí quedaba la línea del frente, en la guerra arrasaron algunos. Otros, ya en
los 60, cuando empezó a poblarse Carabanchel y a pasar de pueblo a barrio.
Después ya los protegieron
oficialmente. Cuando yo vivía allí cerca, plaza de Carabanchel, en el jardín de uno de ellos había un taller o como ebanistería, y sonaba la sierra y el olor de
las virutas...
Por
aquel entonces, primeros 2000, tiraron varios casones en el barrio. Uno de los
más bonitos, La Escondida –un poco aparte de la Prensa, cerca de la plaza-, era como una casona asturiana, con aleros de madera y la fachada cubierta de
hiedras, y abajo tenía el pub La Escondida con pinturas guapas de Corto Maltés sobre las paredes. La Escondida
es en el comic una isla donde va a refugiarse Rasputín, amigo/enemigo de Corto
Maltés, me parece recordar.
A
mí también con la Prensa se me ha ocurrido un argumento de novela o guion setentero
de pinícula, a saber: Fernando Fernán
Gómez es un viejo maestro republicano que vive su exilio interior en un chalet
de la colonia, con su nieta ( Ana Torrent, Iciar Bolláin, X…) que es amiga de
la hija de un electricista, encarnado por López Vázquez, el cual va a hacer
unos chapus al chalet viejo y
descubriendo al profesor en su escondrijo, se propondrá delatarle…
Etiquetas:
Carabanchel,
Colonia de la Prensa,
La Escondida
jueves, 5 de diciembre de 2019
viernes, 29 de noviembre de 2019
CIUDAD GRIS
perdido por circunvalaciones de los centros
comerciales, cual astronauta que regresa a la tierra, de SB a VK (Ascao/ barrio
Bilbao/ Legazpi)
-desaparecidos los solares, las palmeras y los
cactus, casuchas y casonas, y hasta ese resquicio por el que asomaba el mar de
Castilla
todo fagocitado, incluyendo: bodegas de la ardosa,
cacahuetes y ptatas fritas, iglesias coloniales ahogada su campanada
ahora más bien ETT ITV pulido de faros fast food y
chicken chicken
ya sabéis toda esa mierda
los
co
jo
nes
marea de carpetas y marea de mareas
engullido en el torbellino por el cual todo se va desintegrando
mientras entro a la ciudad cuando asoma la noche
llego a la plaza/oasis
rara de narices entre las dos carreteras
donde por lo menos
viernes, 22 de noviembre de 2019
LUCERO
Hay que bajar grandes cuestas para entrar en este barrio y como queda encajonado hace más frío y parece que tarda más en entrar el sol, aunque cuando llega hermosea la zona, que es por sí de las más feas de Madrid. Queda en una hondonada, una especie de vaguada (debió de haber algún río, si es que todavía no corre subterráneo), vaguada que se prolonga: a lo largo, unos cinco kms, del Manzanares hacia el oeste, y a lo ancho, de norte a sur, cosa de un kilómetro, entre el paseo Extremadura y Carabanchel...
puente niuyorkino |
Entro bajando la cuesta de una calle con chalets -la única del barrio y, además, anterior al barrio, pues la he visto en mapas aéreos de la guerra civil y el resto aún estaba sin construir, cerros donde pastaban las ovejas. Al final de la cuesta, veo que han cerrado la taberna “abierta desde 1956” y han tapiado los huecos de las ventanas con cemento.
Las calles tienen nombres resonantes, paseo de los Jesuítas, Huerta del Bayo, incluso unas callecitas que responden a los nombres de los mosqueteros de Dumas: Dartagnan, Athos, Aramis y Portos… Un poco más debajo de estas calles quedaba la piscina Miami, hoy por hoy destruida.
Paso también por esa calle que tiene a un lado una serie de corralas con galerías, pegando a un campo de fútbol de arena muy grande, por donde la zona parece respirar y abrirse un poco. Hace unos años, al pasar por aquí con la bici, los jinchos habían levantado en el asfalto unos badenes con ladrillos y te miraban con mala cara. Los carteros no entraban al barrio (normal, para entregar citaciones…) Ahora esas corralas de posguerra las están derribando, y han hecho para realojo unos módulos de mármol blanco (seguramente de palo) horrorosos.
Hoy
también uno que me ve hacer fotitos se pone a la defensiva, ¿a mí no me grabes,
eh?, pero cuando le digo que no, que tranquilo, cambia de tercio y se pone a
comentar unos periódicos de fútbol que hay colgados en una fachada de la librería. ¡Cómo va
España!, ¿arrasando, no?
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