Pasan por La 2 un documental sobre la vida de García
Alíx. Al fotógrafo se le ve cascado, pero aún entero. Anda por un pueblo o
barrio de la costa, unos extrarradios junto al mar que no me entero de por dónde son, un escenario apropiado para una larga resaca, de toda una vida,
de alcohol y drogas. El reportaje es en
b y n, tiene que serlo, como sus fotos…

Alíx hace tiempo que dejó Madrid, al menos como
motivo de inspiración. Los últimos trabajos que se han visto, ya hace tiempo y
ya como de vuelta, eran en París o en Japón. Fotografías muy buenas, pero no
tanto como las primeras que hizo, éstas recientes ya podían ser obra de
cualquier profesional bueno, ya tienen el aire común y como virtual de esta época…
Las primeras son irrepetibles. Eran casi siempre
retratos de amigos y conocidos. Gente pija y otros de barrio, unidos por el
común tirón de la calle y de la droga. Gente intensa, que no se sabía si eran interesantes por sí mismos, o que
él supo dárselo el interés, probablemente ambas cosas.

A Alíx se le veía muy suelto, cogiendo del brazo y moviendo a las indias de pega del circo para que posaran: Ponte ahí, no, mejor aquí, bonita. Muy suelto y muy cazallero. Quedé mirando con fascinación al fotero/macarra –mitómano que es uno- y éste me devolvió la mirada y hasta se me encocoró un poco, en plan de Qué pasa, qué miras.
![]() |
Eduardito Haro y Lirio |
No hay comentarios:
Publicar un comentario