Iba a tirar unos cuantos libros,
pero desde que mis amigos me dijeron que no me desprendiera de un volumen
titulado Tuberculosos célebres he dudado mucho, y al final pocos son los que
han ido a la criba. Ha vencido el indulto. Me acuerdo ahora de uno de Gómez
Carrillo, escritor galante y aventurero, autor de hits como En plena bohemia o La miseria de Madrid.
Este que digo se
titula El Cuarto Libro de las Crónicas (Mundo Latino, 1921) –lo compré muy
barato, por un euro o cosa así, y en su primera página encontré una anotación a
lápiz.
“Condenado al fuego en sustitución de los combustibles que faltan e
indultado en la cocina del piso 4º de la casa número 49 de la calle de Lista el día 23 de noviembre
de 1936 durante el asedio a Madrid”.
(¡menos mal que estaba en el barrio de Salamanca!)
Lo que aprovecho es para ordenar,
no sé bien con qué criterio. Antes lo hacía por autores -colocándolos por
nacionalidades o por épocas-, o sino por géneros (novela negra, guerra civil, lo
que sea). Cuando ya eran muchos libros, por comodidad y para que cabieran mejor, los colocaba por
editoriales, por colecciones –aunque así parece más una librería que una
biblioteca. Ahora prefiero el orden aleatorio –compro un montón en Remar y los
pongo tal cual, ellos se entienden, conjuntan colores y referencias, contrastan:
al ensayo riguroso sigue la novela de aventuras... Tan es así que me jode
separarlos cuando meses o años después tengo que ordenar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario