Fui
una tarde, con mi madre, para enseñarle Matadero Madrid y había una exposición
de Bolaño –cartitas, dibujitos, portaditas, borradores de Bolaño, y lo que dijo
mi vieja:
-Pero
bueno, quién es Bolaño, ni que fuera Cervantes…
Bolaño
en internet se vende a precio de incunables. Las primeras ediciones de Los
detectives salvajes y 2666 no bajan de los cuatrocientos euros. Los detectives
me lo regaló M**n cuando salió, premio Anagrama 1999, y sí que se veía que
Bolaño –chileno pero afincado en Gerona- tenía carrete. Daba sopas con onda en
imaginación e inventiva a toda la literatura española en general. Bolaño vivía
entonces en Blanes, aún no se había muerto.
2666
cuando apareció lo vendían los yonkis en Atocha, que robaban los bestsellers
del Hipercor, lo tenían por diez euros. ¿Y ahora 450€? Anda ya... Pero es que a raíz de la
muerte de Bolaño hubo unas ansias terribles y un agente literario –el chacal Andrew Wyllie (¡el chacal!)- negoció
los derechos con la familia, y en España Alfaguara se lo quitó a Anagrama que
había publicado todo Bolaño.
Pero
ya estaba todo el pescao vendido, ya todos los estudiantes tenían sus bolaños,
y en las bibliotecas públicas era imposible encontrar bolaños, que estaban
todos prestados, y cuando encontrabas alguno estaba no sólo muy gastado, sino
con mocos y mierda y sangre (así, sin comas), lo que quizás no habría
disgustado del todo a Bolaño.
Así que Alfaguara no creo que le haya sacado mucho, pero así de miserables son las empresas capitalistas, editoriales incluidas, y envidiosas, por mucha literatura que le pongan…
Bolaño
está bien, tiene fuerza y pegada, levanta un mundo. Aunque todas esas historias literarias que cuenta
–siempre historias de escritores, de grupos literarios, de generaciones,
cuentos alegres y dramáticos de escritores que beben y bailan y follan con todo
lo que se mueve- todo eso es mentira, una impostura, cualquier sabe que
escribir es una actividad solitaria. O a lo mejor ser poeta es más molón en
Mexico DF, donde vivió Bolaño.
Ahora
el tiempo va poniendo las cosas en su sitio. Hay Bolaños buenos (los dos ya
citados, Estrella distante, los cuentos, Los sinsabores de un verdaderopolicía…), Bolaños regulares (Una novelita lumpen, Mr. Pain) y auténticos
boluños, bolaños/truños como Nocturno de Chile, Amuleto o El espíritu de la
ciencia ficción. Pero el arca de Bolaño da mucha guita y siguen y seguirán
saliendo más cosas.
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