Que
se vayan. Que se piren lo más lejos posible. Uno, que desde que llegó a Madrid
ha vivido (casi) siempre por los barrios del río –de la Universitaria a Plaza
de España, de los Carabancheles a la Casa de Campo (que fueron, no por
casualidad, los barrios del frente)- y, por eso mismo, tenía cierta simpatía a
este estadio fluvial (viejo monstruo pintado de rojo y blanco, como surgido de las aguas, atravesado en sus cimientos por la M-30, escenario, además, de conciertos
verbeneros, de los Stones a U2) y a su equipo, de filiación bilbaina, y a su
afición castiza y verdadera, frente al facherío/pijerío de Castellana y su cantera
reclutada a golpes de talonario.
Pero
al final, “fútbol es fútbol”. O sea, un espectáculo adocenado, vulgar y
fascista. Ahora se llevan el Caldero
a La Peineta: lejos, muy lejos. Ya no se oirá más, empujado por el viento de la noche, ese grito de G-O-O-O-O-O-L, ese grito que tiene algo de enjambre y algo de ciclón y que parece surgir, como en truco de fantasmal ventrilocuo, de lo más profundo del cerebro de la ciudad. Una pena, pero... cuanto más lejos mejor: una excusa menos para la violencia
Ahora
ha sido Jimmy. Antes, Aitor Zabaleta. Y antes algunos que vivieron para
contarlo, como Opal, el hermano menor de los Puna -conocidos en las redes
sociales como los heavies de la Gran Vía (y abanderados del lema Paz y Amor, lo digo para que no haya equívocos)- que recibió en el hospital donde convalecía la visita del entonces presidente Gil y Gil, quien le definió como “un chaval
normalísimo y un Atlético de pies a cabeza”.
Hace poco oi a alguien decir que la masificacion acaba con la inteligencia individual,pues los instintos masivos la aplastan,nada mejor aplicable a todos estos futboleros talluditos y violentos ,pero parecido a la gran masa aborregada que hace que este deporte sea cada vez mas corrupto,desigual y ridiculo.
ResponderEliminarA este tal Jimmy no se le puede meter en el mismo saco que a Aitor Zabaleta, por ejemplo, que era un chico que pasaba por alli. Este individuo era un delincuente y un asesino en potencia, y si fue víctima en lugar de victimario es pura casualidad. En cierto modo, obtuvo lo que se merecía. Lo del "facherío/pijerío de la castellana" son puros prejuicios y resentimiento social completamente fuera de lugar. La afición del Madrid, como la de otros equipos de fútbol, abarca todas las clases sociales.Aunque sí es cierto que la del Atlético de Madrid tiene un carácter más "proletario" si es que se puede decir así.
ResponderEliminar