viernes, 1 de julio de 2011

SUMMER IN THE CITY

Que empiece ya...¡Que suene por todos los arradios la mítica canción de Lovin Spoonful!. Es verano en la ciudad. Mientras recorremos vacías e interminables avenidas buscamos, para no derretirnos, la penumbra sombría de los cines, el verdor refrescante de una alameda, piscinas lejanas en barrios deshauciados. O nos quedaremos leyendo en la habitación sombreada, oyendo los pájaros por la ventana entreabierta...
Mentira. Mentira y mito proustiano. Eso ya no existe. Calor, ruidos, papeleos sin fin, piscinas abarrotadas, sirenas (Samur) /sirenas (policía). Los motores de los coches que suenan con más fuerza y calientan a más y mejor. Ya no se va ni cristo de la puta ciudad del verano. No es por ser elitista, pero ya ni siquiera queda el misterio refrescante de la noche. Al final nos iremos nosotros, urbanitas vocacionales, huiremos a las pozas cristalinas y hemingwayanas, escapando de las hordas que vienen de Parla y de Fuenla y de todos los puntos del planeta.

(Por cierto que todavía no he oído este año en los arradios la canción de los Lovin Spoonful, sino otra versión de Summer in the city, bastante más light,  interpretada por un Joe Cocker desintoxicado a raíz de su paso por Woodstock)

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