jueves, 1 de septiembre de 2011

EL DEMONIO DEL ESTRAMONIO

El lugar del crimen fue en un convento abandonado, La Aldehuela (carmelitas descalzos). Era en una rave y algún malote introdujo una botella de estramonio. Testigos presenciales cuentan que a la mañana siguiente vieron vagar a algunos alucinados, que recorrían el parque Sureste como el desierto de Sonora, momentos antes de caer fulminados. Dicen que no los mató el estramonio, sino un golpe de calor.


Esta planta de estramonio crece en terrenos yesíferos y mi única experiencia con ella es que pincha las ruedas de las bicis (una vez me tuve que venir andando desde Ciempozuelos). Ahora los alcaldes de la zona quieren derribar el viejo monasterio, que fue, dicen, cuartel general de Modesto y sus tropas en la batalla del Jarama. Y también, en el colmo de los absurdos, erradicar la planta alucinógena, con lo que sólo lograran incrementar su valor, incluso que se formen partidas de buscadores de estramonio…

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