Estoy
recuperando con el usb que me ha grabado Javi algunos discos de Santana. Hacía
mucho que no le oía. Santana es el gran olvidado. ¿Qué música hacía Santana?, a
veces se le encuadraba con el rock sinfónico, otras con el jazz rock, otras con
el rock latino... Quedaba siempre como descolgado, hasta que sonaba algo suyo
en Radio 80, serie oro.
Santana
es inclasificable y por tanto adánico. A veces abstruso, a veces convencional.
Santana
en Woodstock –una de sus interpretaciones más famosas- se eclipsa cuando un
batería casi adolescente aporrea interminablemente las baquetas ejecutando Soul
sacrifice, uno de los temas por los que más se le recuerda.
Santana
escondido tras su banda –que también se llama Santana – cede protagonismo a los
de los bongos, al cantante, al piano, a todos a la vez, todos apabullando, y de
repente rompe ese magma sonoro con su guitarra afilada y caribeña,
inconfundible. Ahí se ve que es el que parte, el que parte el bacalao.
A
veces es pesado, cuando improvisa. Sin darse cuenta de que se pasa, habría que
desenchufarle. Pero lo mejor suyo tiene una cualidad curativa, “espiritual”.
Santana entre la mística y la heroína, por encima de las nubes, o posando de
hippy muy cascado en los premios Grammy.
Con
la camiseta de tirantes parece el vagabundo al que no dejan entrar a la fiesta,
hasta que se demuestra –para vergüenza de los porteros- que es el rey del mambo
y que va como le da puta la gana.
Ultimamente
Santana graba con Shakira o con Ricky Martin pero ya, lo mismo, que haga lo que
le dé la gana.
SANTANA, All The Love Of The Universe - YouTube
https://www.youtube.com/watch?v=N_riUhKoed0
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