No
me gustan las banderas, me parece que te interpelan gratuitamente (dentro o
fuera, conmigo o contra mí). Sin embargo me ha hecho gracia encontrar esta
ikurriña en Madrid, me ha dado ternura, todo sea por el valor que tiene ir a la
contra del despliegue rojigualda de los últimos tiempos… Está en una calle
lateral –muchas veces hay sorpresas en esas laterales-
trasera a una avenida grande, Alcalá, por la zona de Ventas, en ese cuadrado de
casas que Valle Inclán llamaba hace cien años el “Madrid moderno” –y es ahora
un Madrid menestral y como desahuciado: de haber sido más visible quizá se les habría ocurrido
quemarla (la casa o la bandera).
(He
intentado en vano traducir la inscripción Ur rat deitzen dud, agramatical e
incomprensible. Lo más probable que el que la ha escrito haya buscado en un
traductor ful de internet para intentar poner algo así como Me llamo rata de
agua.
¿Rata
de agua llamando a Dud?
Baliteke.)
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