-Sólo
me queda la cerveza y la música de los rolling stones- le dije melodramático a
un amigo una noche de malasaña
-Pues
te queda bien poca cosa.
He
visto hace poco que algún tontonauta ponía el Black and Blue de los Stones en la lista de los peores
diez discos de rock de la historia… Yo he escuchado este disco cienes y cienes de veces, y siempre con aprovechamiento. Pero hay
mucha gente que las películas tienen que ser con argumento y las novelas con
final feliz…
Una
cosa sí que se nota, que este álbum es una improvisación, work in progress, le
dicen, pues parece que los Rollingstones estaban en la necesidad de sacar pronto
un disco, entonces, hacia 1975, iban a dos por año (ahora llevan catorce sin
grabar nada, el último es de 2005, no cuento el de versiones de blues por ser
una puta mierda).
No
tenían guitarrista para suplir a Mick Taylor y probaban con varios. Jeff Beck,
dicen que Clapton. También con gente del jazz rock, como Harvey Mandel, que
aparece en Black and Blue. Esto hasta la entrada decisiva de Ron Wood…
Por
eso no había en Black and blue ninguna canción redonda, original, una
“creación” propia de los Stones, trabajaban sobre moldes ya hechos, entraban a
una corriente que fluía en algún lado del subconsciente.
Con
Black and blue se acabaron los stones melódicos y sinfónicos, aquí hay más
ritmos que melodía -funk soul reggae disco- palos que apenas habían tocado.
Mucho swing. No son canciones acabadas sino los rs dejándose llevar por el
ritmo, dentro de un maremágnum sonoro que les arrastra…
No sé dónde está grabado, creo que en Alemania dijeron el otro día en la radio, pero suena a las Antillas.
Porque
aquí los Stones están muy arropados de pianos y organistas, con sus grandes
teclistas amigos –Nicky Hopkins, Ian Stewart, Billy Preston (coros también, fanfarria y lo que se tercie, una máquina)-, rollings en la sombra, los tres tristemente fallecidos.
Pero shiquillo... |
No taproveches |
El
último tema Crazy Mama es un rock machacón ya con ellos solos, puro Stone, que
preludia lo que vendrá después. Con Ron Wood murieron los stones y nacieron los
rolling, pero esto ya lo voy a dejar para otro día…
Dudo que hayáis llegado hasta aquí, pero voy a enlazar un par de temas: Hand of fate- un rocanrol como para oír en los billares-, y Memory motel, preciosa balada de carretera, cuasidesconocida.
Hay que leer la entrada a ritmo de Hot stuff con los punteos de wood a toda pastilla, un disco imprescindible y una entrada que es como la biblia.
ResponderEliminarLa verdad que el disco es la hostia,Jose Antonio. Poco conocido, pero casi mejor...
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