sábado, 24 de abril de 2021

MONTE HELLMAN

 


Año 80, anuncian en Bi el reestreno de una peli rara de Monte Hellman: 2 lane blacktop –(Carretera asfaltada en dos direcciones). Apenas hay referencias sobre MH, salvo que es un director en la línea de Sam Peckinpah. Vamos a ver la peli un domingo o festivo de primavera  a unos cines pequeñitos y oscuros (pornos mayormente) que hay en las torres de Zabalburu –esas torres/rascacielos entre lo posmoderno, lo decadente y lo hiperurbano- tantos años después deben de ser decadentes sin más…

Vamos con mi hermano P y JB (Javi Beaskoetxea) no sé si somos los únicos espectadores de la película –creo recordar otro testigo fantasmal. P y yo que estamos en la onda, pero para mi sorpresa JB también se identifica con la película de Hellman, película en la que no pasa nada:

Dos jóvenes hipiosos que recorren los states haciendo carreras de coches, (encarnados por dos músicos: James Taylor y uno de los Beach boys) y llevan un coche viejo al que le cargan un motor potente, y compiten tb con un tío raro que va por libre (Warren Otes) unos años más viejo.

Salimos del cine de día. Creo que JB se olvida unas gafas en el cine (volvemos y no había nada). Molaba salir del cine con luz, y molaba ver películas que no pasaran nada –porque como en la vida tampoco pasaba nada al salir del cine te hacías la ilusión de que seguías con la película.

Two lane blacktop era cuando los yanquis querían hacer cine europeo, cuando hubo un vacío de poder en los estudios y los productores les daban pasta para rodar a los hippies (Dennis Hopper con Easy rider), pero tampoco mucha pasta pues rodaban muy barato, sin guión siquiera, no pasaba nada, los protagonistas casi ni hablaban

En esa peli de Hellman el silencio entre ellos es lo que crea la tensión, lo que da a entender relaciones y problemas no resueltos, y la carretera, y la película acaba creo recordar cuando la propia película se quema



(otra experiencia con el cine de Hellman viendo sus westerns raros con Jack Nicholson, en un cine igualmente vacío, pues eran los mundiales de Naranjito… El tiempo tampoco ha dado notoriedad al raro director experimental que muere esta semana siendo despedido como una de las influencias de Quentin Tarantino, que le llamó para que trabajara con él)

2 comentarios:

  1. Vi esta película hace 1000 años, James Taylor ya estaba hasta aquí de heroína y comparte el tono de decadente del gran cine de los 70, que cuando lo veo ahora (El topo, mujeres enamoradas...) flipo de nostalgia y de como Indiana Jones se comió todo sin dejar rastro. Ahora ya no puedo con él la enzimas con las que lo metabolizaba han desaparecido. La serie nostálgica del Madrid y la estación de Goya cojonuda.

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  2. Era el tono y también ese tempo lento (aunque en El topo un poco excesivo, ¡no?)
    Tú dices las enzimas, yo noto las neuronas y que ya no´arranca ni el ordenador... Pero igual que siempre.
    1000 gracias y fuerte abrazo!

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