jueves, 24 de noviembre de 2016

BILBAO REENCONTRADO: LA CASA DONDE NACIO BLAS DE OTERO

 

No entiendo lo que le pasó a aquel chicho, era muy piadoso. No faltaba nunca a la congregación de los kostkas …


Tal era el dudoso diagnóstico del tío Joaquín sobre Blas de Otero en el pequeño Bilbao prewar donde todos se conocían (T J no comprendía el paso del gran Blas de poeta cristiano a poeta social y  rojo).

la blanca la del viejo, la rojita a la izda la de Blas

La casa donde nació Blas es contigua a en la que creció mi padre, acojonante casa malvendida familiarmente. Y, para meternos todos en el mismo saco, y yo también cobrar protagonismo: yo aprendí mecanografía en la casa donde nació Blas de Otero, siempre pensé que se me podía pegar algo. Era en otro piso, claro, una academia que se llamaba Mecarapid. También la poesía de Blas de Otero tiene algo de mecanografía, en el mejor sentido: el de las palabras negras clavadas con limpieza sobre fondo blanco.
 
 
 
 

 
 
La cocina es lo más surrealista de la casa.
    (Claro que me refiero a las cocinas con fogón de carbón.)
    Una bombilla amarilla ilumina la dostoievskiana cocina.
    Noches de invierno, con lluvia, frío o viento o granizo y las
               escuálidas gotas chorreando por la cal.
5   Yo he residido largamente en la tierra, esto es: sobre las lívidas baldosas
               de la cocina.
    He escrito muchos poemas en la cocina
    Y, por poco, casi he rezado en la cocina.
    El mes de febrero es elegido con fruición por todas las
               cocinas de provincias.
    Mi cocina en Hurtado de Amézaga, 36, contribuyó poderosamente
               a la evolución de mi ideología.
10  (Hoy recuerdo aquella cocina como un santuario, algo así como Fátima con carbonilla)
 
 

 



 

El poema es “El obús de 1937”, pero aquí se refiere a otra casa de la misma calle, donde pasó la guerra… Y un poco más arriba, ya cerca de Zabalburu, está la casa familiar, casa La Terraza, que construyó su padre. El caso es que Blas de Otero se pasó de niño y joven dando vueltas Hurtado de Amézaga para arriba y para abajo. (No voy a dar números porque he estado mirando en internet y cada uno dice una cosa, y además la numeración ha cambiado desde entonces. El que quiera hacer una ruta cultural, que se busque la vida…).
 
No sé qué habría pensado Otero del premio nobel para Dylan, a lo mejor que se lo habían tenido que dar a él mejor, pero es de los primeros poetas que le citan, ya en los sesenta estaba al loro de Bob:

Hoy es Domingo y por eso / decía César Vallejo por eso / escucho a Bob Dylan / me hundo en el fondo del subconsciente / buceo a ojos cerrados y todo aparece diáfano como la armónica de Bob.
 
 
 
 

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