viernes, 23 de junio de 2017

SANJUAN

 

 
Hogueras de Sanjuan... Entrando a Vizcaya, por Orduña, desde el tren, montañas de ropa a las afueras de los pueblos, humos apaches… La hoguera de Zugaztieta de la que rescaté una chamarra vaquera que a día de hoy debe andar en el fondo de un armario, desteñida y riéndose de todo... Después, paredones en los barrios de Madrid –una fogata en Chueca, hoy impensable- o la que hicimos tres amigos en la Cornisa, con un helicóptero sobrevolando (pero nadie vino a apagarla, permisivos). Luego había una hoguera “oficial”, la de San Juan Bautista, donde estaban los munipas, ambulancias, la tele, sólo faltaban sponsors…
El fuego de papeles viejos que hizo Lautxu en la terraza de la calle Misterios, poco antes de conocernos -esa noche Pablo y yo en la casa de la sierra, donde no hubo hogueras, sino apagón y tormenta, el pueblo negro y los rayos encendiendo el campo con una luz violenta… Pero Sanjuan son días de crepúsculos y lejanías, las distancias se agrandan y parece que puedes andar y andar, atravesando las montañas, y la luz te sigue, sin apagarse nunca.
 
 

jueves, 22 de junio de 2017

BEACH BOYS


 
 
Veo que tocan los Beach Boys en un teatro de Madrid. Hace unos años, el primer verano que pasamos aquí, cuando había conciertos en la Casa de Campo, les oímos aquí abajo, verles no les vimos, porque los Veranos de la Villa valían una pasta. Al principio, se podían ver desde fuera, desde el pinar y desde más cerca, subidos a unos andamios que daban al escenario, luego a mala hostia cerraron el recinto con unas vallas negras y altas, pero se escuchaba igual. Estábamos sentados entre los pinos y la peña bailaba amistosamente.
 
Eran unos tarras, pero sonaban muy bien. Salieron en la tele, al mediodía, con todo el calor, en Madrid Río, sin una puta sombra. Con dos cojones.

 

Eran unos guiris viejos de gorra y gafas de sol, y eso que en su mayoría de segunda generación, ya no estaban los hermanos Wilson: Denis porque se ahogó, otro porque se murió también y el genial Brian Wilson, porque le dieron bola cuando le metieron al psiquiátricos. Les comandaba ahora su primo Mike Love, que no era tan primo pues fue el que registró el grupo a su nombre.

 


Ahora que empieza el verano, pero hace demasiado calor para disfrutarlo, bajo las persianas, enchufo el ventilador y pongo a los Beach Boys.

The Beach Boys- I Can Hear Music (1969) - YouTube

 


Denis Wilson con su amigo Charles Manson

MURAKAMI

Otro libro que he sacado de la biblioteca es el último de Murakami, De qué hablo cuando hablo de escribir. ¿De qué hablo? Mayormente de tonterías, la cosa es gastar papel. De que tengo los mejores agentes de Niu York y me quieren mucho. De que en Japon me adoran gentes de todas las edades, pero la juventud sobre todo… De que, aparte de todo, yo soy una persona normalísima, igual que ustedes. Pues a la mierda, hombre, vaya usted a la mierda.

miércoles, 21 de junio de 2017

UN GATO CORRIENDO


 
Será casualidad, pero al cruzárseme por delante el mismo gato pelirrojo que ayer, y en la misma curva y a una hora aproximada –poco más de las nueve de la tarde, carretera de Hoyo- volviendo yo en coche de la torre a Madrid, él pasando del monte de El Pardo a una zona de urbanizaciones en cuyos contenedores tendrá pitanza asegurada –era gordete pero ágil-  no he podido evitar pensar que el minino me esperaba, si no como un juego, adivinando que conmigo no corría peligro y que frenaría en el momento…

martes, 20 de junio de 2017

UN KILO DE KNAUSGARD

 
 

Sigo leyendo los tochos de Knausgard, el último de 700 páginas, que se devoran como revistas del corazón. Estas pretendidas memorias en seis tomos son más bien unos diarios reconstruidos, en los que Knausgard cuenta pormenorizadamente infancia y adolescencia, cómo va a ver a su madre, luego a casa de su padre que se ha separado, a su hermano que trabaja de camarero, a la biblioteca a estudiar, ronda la casa de la novia de turno pero como no se la encuentra aprovecha para visitar a los abuelos paternos y luego a los maternos…
Cuenta cómo iban vestidos todos y todo lo que le pusieron para comer.
 
La técnica de Knausgard es acumular  naderías hasta que en un momento dado, sin saber cómo ni por qué, va subiendo la presión y aparece una revelación,  una epifanía, que dicen los chorras, y se ilumina el mundo. Pero hay que estar atentos porque no cambia el lenguaje, ni el estilo.  Luego baja otra vez de la nube y sigue contando tonterías como si nada.

 

 

Se dice que los libros de Knausgard son un contrapunto en los días de las redes sociales. Para mí que se alimentan de la misma voluntad de transparencia y superficialidad, pero  logra KOK sumergirse gracias a su capacidad introspectiva y a su memoria de elefante -o si no, capacidad de evocación, con diálogos no se sabe si recordados, o registrados, o inventados sobre la marcha... El resultado es el mismo.
Mierda, mierda, mierda.
No me volvería a ocurrir.

Los enemigos de Knausgard dicen que las editoriales le publican porque es muy guapo. También que no hay una frase brillante, ni una que pueda reproducirse aparte, en las 3500 págs de Mi lucha, pero algo así dijo Borges de Dostoievski, que no había encontrado ninguna página que pudiera figurar en  una antología... pero era un monstruo. Knausgard no es Dostoievski, en todo caso parece un personaje de Dostoievski, guapo y torturado como El Príncipe Idiota.
 
Tampoco es que tenga demasiada vida interior, más bien es el prototipo de la época, no hay dramatismo en los sucesos que corren y se anulan. K sufre mucho pero no le pasa nada, de ir al psicólogo le mandaría a casa con unas palmaditas en la espalda. No tiene amigos, es el que peor escribe de su academia, no liga nada, toca muy mal la batería… También tiene el acierto de no contar desde el ahora, sino que se pone en la piel del adolescente.


 

 
Seis tomos son muchos, podía haber contado todo este rollo en tres, pero ahora que se va a acabar la serie Knausgard sabe a poco. Algo tiene que engancha. Los críticos se preguntan si Knausgard quedará como una especie de Marcel Proust del siglo XXI. No estaremos para verlo, pero da igual, mejor quizá leerle como un contemporáneo que ha formulado con sus palabras una verdad que se corresponde con la nuestra…

 

LOS OJOS ABIERTOS: KNAUSGARD

asislazcano.blogspot.com.es/2014/12/knausgard.html

lunes, 12 de junio de 2017

EL MORO VIZCAINO




Habíamos pensado que Goytisolo era un escritor mainstream, maldito nada más que por coquetería… Surgen ahora revelaciones amarillistas sobre el moro vizcaino. Juan Goytisolo gay (sic), por obra de un corrector iletrado de El Mundo,  pues se ve que el periodista sabe de lo que habla: Juan Goytisolo Gay –su madre, Julia Gay, que murió en un bombardeo sobre Barna de los nazionales.
Tal vez sin buscarlo, estos artículos humanizan al autor: gran escritor e intratable persona, distante y tímido –ambos adjetivos sinónimos-, “homosexual” que se echa a la espalda un familión ajeno y tiene que poner la mano, como asalariado de El País, y premio Cervantes y lo que caiga…
Suicidios, hospitales, depresiones y jaris familiares… La tormenta en el vaso de té con hierbabuena. O mirando España desde el café Jafa de Tanger -donde también anduvieron los Rolling Stones, y desde donde el país se ve, lejano y esfuminado, más bonito de lo que en realidad.  
Obituarios con el costumbrismo que se echa a faltar en las últimas obras de Juango, que tal vez eligió mal a sus modelos –Genet… en vez de Faulkner. Así no se puede vender un libro. Cernuda, La lozana andaluza, El Arcipreste, lecturas de exiliado. Aprovecho para enlazar una entrada de mi hemeroteca, de cuando le dieron el Cervantes, tal vez revisable, pues Goytisolo era sólo un tío que tenía que buscarse su rincón, su espacio, lo mismo que todo Cristo. In šāʾ Allāh…
Goytisolo: malas calles, hombres, grifa y soledades | loc | EL MUNDO
Goytisolo en su amargo final | Cultura | EL PAÍS
LOS OJOS ABIERTOS: SOLO GOYTISOLO
 

miércoles, 7 de junio de 2017

EL SARGENTO PIPER

 
Con esto del aniversario estaba oyendo el Sgt Pepper de los Beatles. Ni idea de dónde andará aquel poster/cuadro que descolgué y me llevé en un pub de los bajos de Aurrera, a espaldas de los gorilas de la puerta. Pol tol morro. Aquel peazo portada en la que aparecía lo más de lo más del mundo mundial, desde Bob Dylan a H. G. Wells, desde Tarzán a Rousseau… Y también junto a los nuevos Beatles jipiosos y multicolores, los viejos Beatles, los Beatles primeros con sus chaquetas pobres de Liverpool –un desdoblamiento como de tebeo de Marvel.
 

 
Aceptemos la división de la fulgurante, y a la vez profunda, historia de los Beatles, en dos etapas –división propiciada por los antológicos disco rojo y azul.
 
La  primera es, dicen, la de la frescura, ingenuidad y espontaneidad. La segunda, dicen los mismos, es más consciente, e incluso pretenciosa y pedante, por influjo del guru majarahi… Para otros, sin embargo, ésta es la buena, la primera es un pop intrascendente.

 
Intermedio desmificador: Un amigo me contó que en un viaje a Londres puso en la juke box de un pub varios temas de los Beatles y la parroquia le miraba con odio, como si aquí ponemos a to trapo a Manolo Escobar. Que les den por culo a los ingleses…
 
 
Hay algo adánico y puro en los Beatles, a pesar de las influencias musicales que se les señalan –la más notoria es que Bob Dylan les dio un porro-. A lo mejor por eso están ahí, intocados sus discos en un rincón de la estantería, como aparte de todo.
Yo creo que en ambas etapas despiden una luz como no despiden los demás grupos, y eso fue lo que debió de ver el guru majarahi, que se dio con un canto en los dientes…Ellos, ellos fueron quienes nos mostraron caminos a seguir, y no el gurú de las narices, que lo único que quería era pasta.


Pero si hay que decantarse… Para mí lo mejor está en la segunda, pero, reminiscencias aparte, no en el Sargento Peppers –certificado con unanimidad extraña como su mejor disco-, sino en el final del grupo. Años en los que cada uno entraba por su lado al estudio, y sin embargo la denominación de origen, o una cadena invisible que les unía, sacaba lo mejor de ellos mismos.



En la cara b del Abbey Road, con esa tirada de canciones seguidas de Mc Cartney.
En Let it be, como un boceto de lo que podían haber seguido siendo.
En el disco blanco con Harrison demostrando lo que era capaz de hacer y que jamás volvió a repetir en solitario. Con Lennon envuelto en Dear Prudence.



¿Y Ringo? Bueno, Ringo estaba ahí para demostrar que 1+1+1+1 a veces son mucho más que cuatro.




 

domingo, 4 de junio de 2017

LOS WHO


Cuando por fin llegaron los Who lo hicieron muy machacados, con la mitad ya del grupo en la cuneta (Keith Moon, John Entwistle). Pero los Who eran/ahí estaban Roger Daltrey y Peter Townsend.


Roger Daltrey, con el pelo corto y unos pantalones de cuadros, más cockney que nunca. Townsend, que todavía no arrastraba la leyenda negra de la pederastia, pero con un chaquetón largo y negro como una sotana, me recordaba a un cura mítico de jesuitas: el padre Scheifler.



Daltrey no estaba para muchos trotes. Ya no cogía el cable del micrófono y lo hacía girar como un lazo y lo lanzaba al aire. (Yo, para imitarle, había hecho lo mismo con las cuerdas de una cortina que había en casa, que se jodieron enseguida).



Townsend ya no saltaba ni hacía cabriolas en el aire. Pero aún así… La puesta en escena que tenían los Who deja muy chica a la que hicieron luego AC/DC, por ejemplo. Ahora Townsend, tras el concierto, bajó del escenario renqueando, enredándose con la chupa/sotana que casi se da una hostia.
 

Pero los Who sonaban a verdad, a desesperación y fuerza controlada. Los Who habían empezado con rythm and blues, psicodelia, swinging London, y vocecitas a lo Beach Boys, y acabaron haciendo tralla, berridos y guitarrazos, con su estilo siempre energético… Dicen que los Who traían un mensaje de rebeldía e inconformismo… yo no entiendo el inglés como para saberlo pero esa insatisfacción se trasluce en sus temas que van siempre en crescendo.
Los Who se hicieron famosos por la pelis, de las que luego sacaban discos dobles. El Tommy, ya reseñado, muy valorado por la crítica, pero es un musical (como Jesucristo Superstar, como El rey León) hay que verlo en imágenes, para pillar la historia dickensiana y alucinada. El disco queda muy chillón y muy grandilocuente.
 
 
Tampoco me gustó Quadrophenia, una puta película de mods y rockers, ni el disco correspondiente.
 


Pero hay una especie de documental sobre la juventud del grupo –The kids are allright- peli y álbum para mí lo mejor suyo. Un sábado por la mañana mi hermano P y yo la vimos en un centro cultural de VK… como únicos espectadores. Eran los ochenta y The Who parecían haberse quedado atrás. Y eso que en España la gente había flipado con los Who, lo mismo que flipaban con Bruce Lee.


Los Who en otra peli, Rock and Roll Circus de los Rolling Stones, dejan chicos a los Stones (el tema, A quick one).




Hace un año volvieron por aquí, por estas mismas fechas, pero entonces yo no estaba para conciertos. Pero recuerdo aquel retorno suyo en el Palacio de los Deportes… En un momento se cortó la corriente, se apagaron las luces y dejó de sonar el grupo. La peña empezó a corear el estribillo que cantaba Daltrey en el instante del apagon. Who are you… who who…who who (*) – un efecto muy madrileño muy vacilón que remedó Roger Daltrey imitando al personal cuando volvió la corriente, burlón pero un poquito un ratito, para no encabritar a la basca.


 
(*) quiénes sois vosotros... quiénes
 
 

sábado, 3 de junio de 2017

TALESE EN EL HOTEL DE LOS LIOS

 
Me dice S que encuentra de expurgo en la biblioteca El motel del voyeur de Talese. El motel es lo peor de Talese -pero bienvenido sea sobre todo si es por el morro.

Talese entrevista a un pavo que tiene un motel en nomeacuerdo, provincia de eeuu, desde hace cuarenta años o más y en su momento al hacer el hotel construyó un altillo practicando agujeros encubiertos por conductos de ventilación para espiar a los clientes y ver cómo follaban sobre todo y de paso masturbarse y/o follarse él a su señora en el altillo.

el voyer, ya muy cascao

Lo chirriante es que el pájaro va de filósofo e investigador del ser humano y luego como desencantado se hace misántropo y crítico de la naturaleza humana.

 
Pero lo malo es que Talese, que va unos días también de miranda, se limita luego a copiar el diario del tío del hotel –un poco lo mismo que ha hecho conmigo “el hijo de MichiPanero”- sin pagar royaltis ni nada. Talese cae en la añagaza del tío que le da hecho el libro y él en plan periodista objetivo ni se plantea que el pollo es un degenerado…
 
Y además, que el gran investigador, el gran periodista, se traga todo lo que dice el voyeur, que le cuenta por ejemplo que lleva cuarenta años al frente del  hotel, etc, etc, y luego en nota tardía Talese ha de rectificar, porque resulta que en vez de cuarenta años estuvo veinticinco, que lo dejó una época y luego volvió, etc, o sea que si le ha engañado en eso le puede engañar en todo… De haber sido un becario le habrían dado un tirón de orejas.

Pero como es Talese no pasa nada.

LOS OJOS ABIERTOS: UN TAL TALESE

asislazcano.blogspot.com/2014/07/un-tal-talese.HTML
 

jueves, 1 de junio de 2017

OPERA ROCK


Oyendo el Tommy de los Who, banda sonora de aquel musical macarra y setentero, psicodélico y entrañable, peliculón, vamos… (spoiler: el niño ciego sordo mudo violado y maltratado redimido por el amor y la música y que es una máquina jugando a las ídem de petacos). Pero el disco -pillado en la feria de la plaza San Francisco de Bilbao, muy barato- el disco a secas, en su mismidad, como entidad independiente, o lo que sea, (ya, ya sé que los Who se merecen otra entrada que les haga justicia, y pronto la tendrán) me sigue pareciendo machacón y reiterativo, aunque se salven joyas como ésta.


 Eric Clapton "Eyesight To The Blind" (Tommy 1975) - YouTube

https://www.youtube.com/watch?v=IO5bzRzZW1E