jueves, 20 de junio de 2019

MICHAEL JACKSON




(Crónica personal) Fue hace diez años, habíamos ido la tarde y noche anterior a presentar El norte en la Casa del libro y al día siguiente de vuelta en la sierra subiendo aquel pinar maravilloso –el pinar zen- que había camino a la torre de la Maleza alguien me llamó que se había muerto Michael Jackson. Ya arriba puse la radio y aunque en todas las emisoras sonaban sus canciones me parecía como una trola, como un bulo. Luego Pablo me llamó y me contó que volviendo por la noche a casa, tras la presentación, dos chavales, una pareja que había sentados en un banco de Vallecas, le dijeron: Eh, tío, ¿sabes que se ha muerto Michael Jackson?



Michael Jackson había sido la pachanga en la línea de Village People, Earth wind and fire y toda la tralla discotequera que veíamos en el programa Aplauso. Con los vídeos famosos de zombies que comentaba en el colegio toda la peña, ya que entonces no había otra cosa que ver. Pero…


Aquello era el disco Thriller que sonaba un poco meloso, como una música de fondo agradable, pasaron cinco años larguísimos oyendo aquel disco, porque en aquellos años algunos discos (los de Supertramp, los de Dire Straits y otros) duraban cinco años. Hasta que se anunció un nuevo disco, el Bad, muy esperado y tal. No me olvido de la primera vez que lo escuché (septiembre del 86), porque estaba en París donde había ido con Juan Apodaca con muy poco dinero, por la face en el tren de Hendaya, y estábamos en una especie de hamburguesería de la rue de Lapp, discutiendo con unos argelinos que atendían porque nos habían puesto muy pocas patatas fritas, y sonó aquel disco en la radio y nos fuimos antes que nos hostiaran, nos fuimos con la música a otra parte.



Todavía Michael Jackson no había sido valorado al nivel de los Beatles y de su suegro Elvis Presley (yo creo que se han pasado), pero ya empez<aba con su época black and white, inyectándose leche en la cara, con su rollo gracioso pero culpable de negro blanco, de payo/payo. Era la banda sonora que pinchábamos en el Rastro y en el metro cuando vendíamos las cintas piratas… tenía tirón pero nada más. La valoración de MJ empezó para mí una tarde que estábamos en una bodega de por la calle Almansa que ponían calimocho con vino de cebreros, estaba yo con Leonardo y había unos melenudos un poco mayores que nos miraban y al ver que eramos del rollo se pusieron a hablar con nosotros (tenían 26 años, nosotros 21, pero entonces me parecieron oráculos) que además de Jimi Hendrix, de Led Zepelin y todo esto Michael Jacson era la hostia, iban a ir a verle en directo con la guitarra de Eddie Van Halen… A los pocos días vi a uno de los heavies en Bravo Murillo y apenas respondió a mi saludo


Su mejor disco para mí es el Bad, el otro me suena muy blanco, muy blando, aquí endurece su sonido, tiene mucho ritmo -¡Ah!, ¡ah! (emite su grito desde la garganta), lo pincho por las mañanas, cuando no puedo levantarme, que no soy persona.






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