No sé si es casualidad, pero en todas las casas en las que
he vivido en Madrid en los últimos años –en Blasón (Carabanchel), en Misterios
(Ciudad Lineal) y ahora en esta Avenida de Portugal- pasaba la procesión
justamente por delante de la casa. A lo mejor las procesiones me persiguen, o acaso yo las persiga inconscientemente...
viernes, 6 de abril de 2012
LA PROCESION VA POR DENTRO
Un año más, el sonido atávico de las trompetas.
Esta vez volvía de la ciudad, medio desierta y heladora de pronto bajo la luna
nueva. Y otra vez la trompeta recordándonos que somos mortales, aunque esta vez
sonara Angelitos negros (es que los penitentes son ecuatorianos y hay que
ponerle sabor a la cosa). Me he arrastrado un rato con la bici detrás de la
procesión, luego he subido a casa para verla pasar e irse desde el balcón.
Entre humaredas de incienso llevaban en andas un estandarte con el Cristo del
Desamparo y Nuestra Señora de los Dolores.
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