martes, 19 de septiembre de 2017

EL ROCK DE SEPTIEMBRE

 
 

El cartel podía haber sido el mismo que hace treinta años, Topo-Rosendo-Obús, o treinta y cinco, si cambiamos a Rosendo por Leño… El público más o menos también, aunque mucho más calvos. Había mucho cabestro, pero también mucho bambi, seguro que por ser gratis total, cortesía del ayuntamiento de Fuenlabrada -y de sus contribuyentes.

En la noche de arena, un campo de fútbol entre carreteras. Topo sonando como siempre, imaginativos y utópicos, y con un punto de crítica social que seguía valiendo lo mismo que entonces. Obús, potentes, metaleros, hasta que Fortu empezó a hacer el payaso y abandonamos el lugar del siniestro.

 
 
…Y en medio Rosendo, la voz de humo y la guitarra de chispas, desparramando sus acordes y encerrándolos en la lámpara del genio, en un punto medio y “en un momento dado”: confidencial y distante, reservado y castizo, machacón pero elocuente, un melenudo viejo respetado por la sociedad biempensante por presentarse bajo una etiqueta no intercambiable: Rosendo Mercado.

 
 
 










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