martes, 27 de noviembre de 2012

BALADA DE MORIS EN NOVIEMBRE

 
 

Mata el tiempo Manolito
Metiendo duro tras duro
recuerda a veces su barrio
y la alegría de antaño

Y Madrid aún bosteza
con su cota de tristeza
Mucho café, mucha charla
Aburrimiento que tarda

"Hasta luego", dice un taxi
mientras escucha su radio
Y Juanita mira y mira
y en su mirada perdida
sus veinte años de vida
tal vez, un poco vencida

Y una caña de cerveza
yo sentado en una mesa
un chaval recién empieza
ni pobreza ni riqueza

Este es el bar de Hortaleza
"Póngame un cafe en la mesa"
Donde van, de donde vienen
toda esa gente regresa
4:30 a trabajar
y quince días al mar

Ya es muy tarde en la Gran Vía
Sin pasta no hay alegría
y con pasta, porquería
Mejor me voy a dormir
En Madrid despierta el día
(Moris: Balada de Madrid)


jueves, 22 de noviembre de 2012

CRITICA ARBITRARIA


 


Siguiendo con Las leyes de la frontera, cedo aquí la palabra a mi amigo M*** que, desde Bilbao, me ha mandado dos mails con sendas y destructivas críticas a la novela. La primera es de antes de leer mi entrada al respecto; y la segunda, posterior ((para entender bien esta segunda, es recomendable haber leído el libro)). En cualquier caso ahi van -aquí incluidas por su fuerza expresiva y mala hostia, y también porque hay que encender una velita a Dios y otra al diablo...  Los ojos abiertos SÍ se hace responsable de las opiniones vertidas...


UNA. Comencé "Las leyes de la frontera" con grandes esperanzas pues soy bastante aficionado a Cercas. La novela es, sin duda, lo peor que he leido en 2012. Infumable. Sin la menor gracia, escrita con desgana y con unas tesis como para subnormales. Se la había comprado para regalar a un amigo y antes de dársela me la ventilé en tres días (cierto ritmo comercialoide sí que tiene, ¡faltaría más!). Algo parecido le pasó a Cercas tras el éxito de "Soldados de Salamina", que era un buen libro. Publicó a toda hostia "La velocidad de la luz" y, aunque no era tan mala como la actual, también se le notaba que había sido escrita con el ego desatado y sin freno. En literatura, como dice Marsé, las prisas nunca son buenas consejeras...
 
DOS.
Aparte de denigrar por completo cómo está contada, de una manera deplorable (como solo lo puede hacer un caradura profesional), la puta mierda esa del Cercas es un plagio nada descarado de "El juguete rabioso" (que tú me regalaste) de Roberto Arlt. Te refresco el tema: joven fascinado por el mundo del delito que aparece encarnado, para él, en un marginal que lo inicia y al que admira y a quien, en el momento de pasar al otro lado, es decir, en el momento de abandonar el mundo, digamos, legal y convertirse él también en un delicuente, el protagonista delata (ya, vale, en Las leyes de la frontera el autor, ¡qué original!, nunca aclara si ha habido o no delación). Muy listo el Cercas. "Aporta" de su cosecha ese pasaje bochornoso e inverosimil (más aún que el de la mamada) del policía que perdona al, en el fondo, buen chico arrepentido y enfermo (en el piso de verano y tras los ruegos no atendidos de su padre para evitar que el poli se lo lleve: yo aquí lloraba de risa) y también el infumable personaje de la amiga del Zarco. Sí, ésa que en un "giro impensable" resulta ser hermana del peligroso (sic) delincuente. Un personaje literario de gran calado y llamado a crear escuela, sí señor. Incluso la serie de tv "La frontera azul" que da base al título de la novelucha, y que podría habr sido una buena metáfora para ilustrar los dos mundos, está pésimamente utilizada durante toda la narración, con la habilidad de una redacción que pudiera hacer un chaval de trece años. Observo aliviado que pasan los meses y que debo hacer un profundo esfuerzo de memoria para recordar algo de esa engendro a medio camino del best seller más raído y el guión de cine trillado y empobrecido. David Trueba lo tiene a huevo para su próxima película. Apuesto por Mario Casas para protagonista, por Eduardo Noriega para el Zarco y por Ana Álvarez para la hermana... ¡Y a forrarse!

domingo, 18 de noviembre de 2012

ALEGRE BANDOLERO


                                       

Yo conocí al Vaquilla…Fue en una entrevista/reportaje que hicimos por las calles de Figueras, cuando El Vaquilla ya no quería ser el Vaquilla, ni siquiera el Vaquita, sino Juan José, Juan José a secas. Vaca acababa de casarse, le habían dado el tercer grado, tenía un curro fuera de la cárcel… Pasamos una tarde cojonuda en Figueras, pueblo que recuerdo como amurallado y rodeado de bosques muy verdes. Juan José era un chavalote muy simpático, muy sanote, totalmente entusiasta. “La fuga de Lérida 2. Aquello fue increíble, parecía una película. Adelante, hacia la frontera…, Cuidado ¡nos disparan!”.  La putada fue no habernos hecho una foto juntos, foto que ahora incluiría descaradamente en el blos.

Todo esto lo cuento, no por tirarme el rollo, aunque también…sino porque de eso, de esa época exacta en la vida de El Vaquilla –que aquí se llama El Zarco- trata Las leyes de la frontera, la última y publicitada novela de Javier Cercas. Me ha traído muchos recuerdos. Yo era un periodista más de los que  apoyaron el relato-proyecto-mediático del Vaca y su mujer de entonces. Y eso a pesar de las advertencias / profecías de Instituciones Penitenciarias (que más sabían, parece, por perros que por viejos): “Cuanto menos publicidad le deis, mejor para él”. “Cuidado con la mujer, que es de armas tomar…”
O a lo mejor funcionaban con bola de cristal. Muy poco después de aquella entrevista, el Vq (o Juan José, pal caso es lo mismo) volvió a caer, y por algo tan absurdo como hacerse un coche para ir a comprar burro. Pero vamos al libro de Cercas.
Breve sinopsis: El Zarco y su novia Tere, dos delincuentes juveniles, conocerán a un chico de clase media, El Gafitas, al que convencerán o enredarán para que se una a sus fechorías. Escarmentado tras la detención de gran parte de la banda, de la que escapa por los pelos, Gafitas decide cambiar de ambiente. Se convertirá en abogado llegando con el tiempo a defender a su antiguo compinche…
¿Me ha gustado el libro? El arranque es inverosímil. Que en los últimos años setenta, con quince tacos, vayas a los billares y te encuentres una quinquillera, monísima, además, que te lleve a los baños y te chupe la polla…, eso no se le ocurre ni a las mentes más calenturientas de mi generación.
                                                                          
¿Me ha gustado, no me ha gustado? ¿Sí? ¿No? ¿Me quiere, no me quiere…? El Zarco es un valiente/El Zarco es un pringao. El Zarco quiere salir de la cárcel/ El Zarco teme la libertá… El Zarco es una víctima/El Zarco es un listo y un manipulador…  El Gafitas es el que cuenta toda esta película, haciéndose y haciéndonos la polla un lío, con Zarco y Tere volviendo, como un karma, cuando ya se habían ido para siempre, cada veinte, cada cuarenta páginas. Las tesis yo creo que deben de quedar fuera de las novelas, y si acaso ponerlas el lector… Pero aquí la tesis lleva implícita su antítesis. Sí, pero no, no pero sí, podría ser, creo que ahora ya lo he pillado. Bueno, no sé.
¿Me ha gustado, no me ha gustado?
El caso es que…
Debe de ser un rollo pero bastante chula.

domingo, 11 de noviembre de 2012

ADIOS MADRID

                                            ...que te quedas sin gente