martes, 25 de octubre de 2011

MARAVILLAS DE LA TESNICA

La lógica del mercado. Un amigo mío, ecologista acérrimo, defensor a ultranza de los principios del 15M, crítico implacable de monopolios y mercados, y a la vez fascinado por la tecnología y consumidor de juguetitos tecnológicos, se ha comprado una blackberry… Este amigo se ríe cuando saco un boli Bic para apuntar una dirección. “Pero, hombre, todavía andas con eso?”. Pero yo me descojono cuando se mete la blackberry en el bolsillo y a las dos horas ve que se le ha encendido sola y se le ha conectado a Internet. “Debe ser un fallo de diseño”, se justifica mientras hace las cuentas de lo que le ha gastado el juguetito siniestro.
Un genio...del marketing. Los periodistas repetían como tontolabas la misma frase: “Steve Jobs, el hombre que supo crear las necesidades que aún no sabíamos que teníamos”. O sea, que no teníamos... “Sí, sí, era un genio, era un genio”. Un listo es lo que era. 
Bárbara alegría. Muñoz Molina se refería en un memorable artículo a “esa especie de bárbara alegría” con que muchos anuncian la irreversible desaparición de la letra impresa. “Todo serán ventajas”, dicen, “es que los libros son mu gordos”, y oponen una irresistible muralla de argumentos a los defensores del libro de papel, obviando la pregunta del millón... ¿Por qué hay que comprar las tabletas de las narices? ¿A quién beneficia el nuevo modelo? Entras en el metro y como en una estampa de “Un mundo feliz”, todos manipulan su book con una sonrisa de sofisticación e inteligencia, no se sabe si por lo que leen o por el glamour que les da el aparatito. Culo veo, culo quiero.
Tocar y oler los libros. Recuerdo tardes leyendo debajo de un árbol y todavía pervive en mí, muchos años después, el tacto y el aroma de esos libros, la sensación rugosa de las páginas de la colección Austral, con la letra fuertemente impresa e incrustaciones como de arena… Los libros de Bruguera y de Reno, los tomos de Marcel Proust con su humilde pero maravillosa encuadernación en cartoné. Cada libro, más allá de su texto, hablando con una voz propia. La edición es otra forma de arte que siempre ha acompañado a la literatura. Pero bueno, nada, que ahora me tengo que levantar que se me está acabando la batería…
Prohibido prestar libros. Frente a la tan cacareada “interactividad” es sabido que las tiendas virtuales prevén un dispositivo para que el libro que se venda por Internet a un usuario determinado no pueda ser leído en el sistema de otro. Se convierte en “piratería” una costumbre de toda la puta vida. Cada dispositivo lector es controlado desde un sistema central que puede destruir el libro si se lee en otro parato.
Si uno no puede prestar, o regalar, o vender un libro que ha comprado, ese libro no es realmente suyo. Adios a los rastros y a las librerías de viejo; adios también al préstamo en bibliotecas públicas. 
Control. Eso sin contar con que "las tiendas" poseen además sus archivos, que registran los libros comprados por el lector, sus preferencias, su perfil, etc. O sea que es imposible comprar “anónimamente” un libro. ¿Y a dónde puede ir a parar toda esa información? 
Obsolescencia. En mi personal MOSO (Museo del Soporte Obsoleto, según mi colega de la blackberry) tengo sin embargo libros de hasta hace cien años, frente a la obsolescencia latente que llevan en su ser las nuevas tecnologías.
¿Cuánto durarán estos nuevos dispositivos y los libritos clónicos correspondientes? ¿Cinco años, diez? Hasta que quieran sacar un nuevo sistema al mercado, que siempre será mejor, más moderno y por supuesto no homologable con el anterior…
Pues nada, que hemos hecho un pan como unas tortas.

(Datos tomados de IFLA, organismo mundial que agrupa a los bibliotecarios)

1 comentario:

  1. Nuestras necesidades, como personas, no pueden ser satisfechas por aparatejos, solo "acompañadas", y de un modo superficial. Steve Jobs ayudo a popularizar unos aparatejos que antes de sus ideas comerciales y ergonomicas eran intimidantes y estaban destinados grupos muy reducidos, ¿Habríamos llegado a este canal, internet?¿sin poder usar este aparatejo, ordenador, tan fácilmente?. Vinieron más aparatejos, y tabletas, la de Jobs es el referente, multiusos, contenedor de formatos de texto (HTML,EPUB,Kindle, Plucker, QiOO Mobil, UTF8, PDF) para visualizar los "e libros" (ebook). En www.gutenberg.org/ encontraremos 36000 gratis tan bien en castellano. Los autores de "El poema de Gilgamés" un primer "libro" en tablas de arcilla se fascinarían si hubiesen conocido el "libro" en pergamino, soporte más permanente y manejable, pero menos accesible y popular que el "libro" multiplicado por la imprenta. Sumesé a la "y" en vez de restarse con la "o" al "libro" en papel "y" el "libro" electrónico. . . ya lo esta haciendo ya lee en este aparatejo ¿No se da cuenta?¿Es esto un "libro"?. El fetichismo con un soporte electrónico es un poco absurdo, y no es lo sustancial en el contenido que impregna la fibra vegetal. Otra batalla es las limitaciones crecientes de las libertades por usar estos medios, ¿A quien a llamado? ¿Qué dijo?¿Qué páginas vio?. Esta información esta siendo registrado ahora mismo, y no por un sistema central, sino por muchos, con intereses ¿Solo comerciales?, puede regalar su privacidad en la red ¿Social? y ahorrarles esfuerzos.
    Si estos aparatejos fueran más eficientes, reciclabes reducirían el impacto sobre la naturaleza. Todo esta en permanente obsolescencia latente.
    En evolución, en revolución.

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