Muerto
Michael Cimino no volveremos a disfrutar con películas de tres o cuatro horas
en las que milagrosamente no sobra nada (¡fuera Marvel!) El cazador, Las
puertas del cielo, Manhattan Sur, vistas en vídeos caseros o entre anuncios de
tv a horas intempestivas de la madrugada, ganan mucho en pantalla grande. La
pasada SS pude ver Heaven,s gate en la filmo, con entrañable presentación de
Miguel Marías e intermedio de sus 219 mins para fumar/mear. Experiencia tan
grata como leer un novelón apasionante de 800 págs.
La
escena apoteósica el incendio de la cabaña. Como explicó el viejo Miguelmari,
el fracaso en taquilla de esta peli no se debió al metraje hinchado, al
presupuesto desfasado, sino más bien a su visión escéptica sobre el sueño
americano. La primera hornada de colonos (anglos) machacando a la segunda
hornada (eslavos).
Sin embargo el film alejó al director de los grandes presupuestos –pese a la posterior Manhattan Sur con un Mickey Rourke de pelo blanco que a mí me recordaba a Michi Panero- y, a la larga, del cine. Perdemos la pista de Cimino hasta que tenemos noticia de que, alejado de los rodajes, se ha cambiado de sexo.
¿Cimino
transexual? La noticia no extraña del todo, en un tipo sensible a las
diferencias, los matices, las contradicciones.
Esa pequeña y sucia ciudad industrial poblada de americanos rusos (o
viceversa) en El cazador. La primera hora y media de la película, la vida
cotidiana, una boda ortodoxa, prodigio de dinamismo y naturalidad (y que para
mí eclipsa la famosa boda de El padrino) dejará paso al horror, el horror
vietnamita, De Niro grande como siempre pero incluso superado por los ojos
cristalinos de Christopher Walken transparentando la locura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario