lunes, 4 de julio de 2016

CIMINO


Muerto Michael Cimino no volveremos a disfrutar con películas de tres o cuatro horas en las que milagrosamente no sobra nada (¡fuera Marvel!) El cazador, Las puertas del cielo, Manhattan Sur, vistas en vídeos caseros o entre anuncios de tv a horas intempestivas de la madrugada, ganan mucho en pantalla grande. La pasada SS pude ver Heaven,s gate en la filmo, con entrañable presentación de Miguel Marías e intermedio de sus 219 mins para fumar/mear. Experiencia tan grata como leer un novelón apasionante de 800 págs.

 

La escena apoteósica el incendio de la cabaña. Como explicó el viejo Miguelmari, el fracaso en taquilla de esta peli no se debió al metraje hinchado, al presupuesto desfasado, sino más bien a su visión escéptica sobre el sueño americano. La primera hornada de colonos (anglos) machacando a la segunda hornada (eslavos).



Sin embargo el film alejó al director de los grandes presupuestos –pese a la posterior Manhattan Sur con un Mickey Rourke de pelo blanco que a mí me recordaba a Michi Panero- y, a la larga, del cine. Perdemos la pista de Cimino hasta que tenemos noticia de que, alejado de los rodajes, se ha cambiado de sexo.

 
¿Cimino transexual? La noticia no extraña del todo, en un tipo sensible a las diferencias, los matices, las contradicciones.  Esa pequeña y sucia ciudad industrial poblada de americanos rusos (o viceversa) en El cazador. La primera hora y media de la película, la vida cotidiana, una boda ortodoxa, prodigio de dinamismo y naturalidad (y que para mí eclipsa la famosa boda de El padrino) dejará paso al horror, el horror vietnamita, De Niro grande como siempre pero incluso superado por los ojos cristalinos de Christopher Walken transparentando la locura.



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