sábado, 30 de octubre de 2021

TATTOO YOU

 

¿Es posible que hayan pasado cuarenta años del Tattoo you? ¿Así se va la vida, en un di_da’? Podría ser, podría ser, las fechas coinciden… Septiembre del 81, a los pocos días de llegar a Madrid a vivir... Me tiré aquella primera semana haciendo el recorrido hasta el Corte Inglés de Arguelles para oírlo, primero yendo en autobús y luego  andando, una vez conocida la ruta. Fueron mis primeros desplazamientos por la ciudad ignota –aunque lo de ir al Corte/Inglés a que te probaran los discos ya lo hacía antes en Bilbao, lo que demuestra que no basta cambiar de lugar para cambiar de hábitos.

Pero vamos con el Tattoo you, que para mí sigue conservando ese sonido como de baquelita (y un cosquilleo en los oídos) debido a  los auriculares de “los grandes almacenes”, que no eran cascos sino unos mangos de teléfono que había que sujetar con las manos…



El disco arrancaba con fuerza, con Start me up y luego un  rocandrol  rápido y ligero, Hang fire, con guitarrita y coros de Keith Richards. Después venían un tema como discotequero, Slave, con Jagger cantando en falsete y la batería contundente de Charlie Watts. Luego otro rock  interpretado por Richards, después un blues… Bueno, no voy a contar todo.  El disco estaba bien montado, heterogéneo y diverso, con una primera cara marchosa y la segunda de grandes baladas. 



Lo que no sabíamos entonces, porque el plástico salió muy parco en créditos y nadie se coscó, ni críticos ni estudiosos (yo tampoco, pues con quince años no tenía la cultura que tengo ahora, esa cultura de cosas que no sirven absolutamente para nada) no sabíamos que el álbum estaba conformado totalmente de retales, descartes de grabaciones anteriores, temas que habían quedado en el cajón. Claro que es perfectamente legítimo aprovechar esos materiales (sería del género idiota no hacerlo) de los que sale un gran disco, el último gran álbum de los Rolling Stones dicen.

Temas rescatados de los últimos diez años para salir de una crisis creativa que, es lo malo, llega hasta ahora mismo. Los Stones de los 60/70 habían ido a lp por año. A partir del Tattoo hasta hoy -cuarenta años, o sea- apenas cinco o seis discos. Discos apreciables estimables a veces brillantes (pienso en Voodoo Lounge) pero de donde está ausente la genialidad de las primeras entregas. No hay mucho más que rascar

Así que a disfrutar del Tattoo you, que en su actual reedición "de luxe" cuenta con ocho canciones más, descartes de los descartes, estos sí metidos a mogollón, así que puedes quedarte con tu antiguo ejemplar. No  consumas. Los Rolling Stones no necesitan tu ayuda económica.



(bonus tracks)

Ron Wood. ¿Tendrá algo que ver la decadencia con la entrada de Ron Wood? Guitarrista ágil, pero sin la personalidad de Brian Jones y Mick Taylor, le ha tocado interpretar hasta la saciedad los temas de sus predecesores, en giras interminables, con un Keith Richards progresivamente momificado y de adorno la parte instrumental de la banda recae en Ron Wood. Parece que contando con su eficacia Jagger y Richards se hubieran relajado demasiado.



En este Tattoo you no sólo está  el recién incorporado Ron Wood a la guitarra, también hay cosas del gran Mick Taylor o de peña de jazz como Wayne Perkins, Sonny Rollins. Y los colaboradores habituales, los otros Stones –Nicky Hopkins, Billy Preston…- peor pagados y mal agradecidos, lo cual es marca de la casa. (Un recuerdo también para Bill Wymann –el bajista de cara de palo pero fundamental en Under my thumb, Out of time, Satisfaction).


Rolling sin Charlie.Tras la muerte de CH W, Jagger/Richards se configuran descaradamente como mascarones de proa. Ch W igual no se notaba mucho pero ahora será la pata que falta, y hace que la banqueta cojee. Ahora se ve más que nunca que la banda ha sido siempre cosa de estos dos canallas. El trío calavera Jaggger/Richards/Wood no ofrece ninguna credibilidad





No hay comentarios:

Publicar un comentario