sábado, 31 de marzo de 2018

LOS LIBROS DE LA SABIDURIA





Saltando unos muros, tras bajar mucho monte, dimos con los libros de la sabiduría, Jkn y yo. La ciudad al fondo, cerca y lejos. Queríamos acceder a esa casa torre que está hundida en un bosquecillo, en una ladera de Archanda y que domina toda la cité. Pero es imposible, porque lo que no es cercado y muro, es una selva amazónica, de zarzales y espinos, y no hay dios que llegue. Quiero creer que esa casa es del mil quinientos pero igual es mucho pedir, aguantar ahí arriba lluvias y vientos, aunque tiene el aire de casa torre y ya apenas recuerdo cuando long time ago, yo estaba aquí de plumilla, en el correo insidioso, y mi amigo JRV, granadino que estudiaba para lo mismo en Leioa, llegamos a la casa pero por la campa de la Salve (ya no existe, horadada por los túneles que llevan a Asua), costó un huevo llegar así y todo, y alrededor del edificio había que pasar entre las ramas de los árboles. No se podía llegar a la base pero sí a una liana (era una cuerda gruesa y con nudos que alguien había colgado desde las vigas del tejado) subir hasta el altillo, vacío, de madera vieja salpicada por los rayos del sol de la tarde, tiene muchos ventanucos a modo de aspillera y por alguno de ellos algo más grande se podía entrar. No lo hicimos. Tal vez no se repita esa excursión bucólica, porque es mucha hostia y si hay que ir se va, pero ir pa na…. En cuanto a los libros de la sabiduría relatan la vida de una santa o beata que encontró la paz soltándoles guita a los chinos filipinos, hoy se habría hecho budista. Era la ruta de un convento con cementerio propio, quizá de clausura. Imaginábamos encontrar por sorpresa a una monja de clausura. Hola, buenas. Ya me habéis jodido la vida. Pero de ahí fue bajar y bajar hasta la calle saltando unos muros disuasorios que custodiaba un vigilata que nos tomó por montañeros, y la vuelta a la realidad. 



la casa torre no aparece documentada en la internet

No hay comentarios:

Publicar un comentario