En la calle de las Cortes hay una máquina eléctrica
Que por llamar de algún modo llamamos la Cafetera
No es en un bar sino tienda
La cual regenta una vieja
Y vamos por las
mañanas
Cuando las putas despiertan
Y se quitan las legañas
Para empezar la faena
Echamos unas partidas
Y la máquina revienta
Después unos futbolines
Se anima la concurrencia
Entran unos jitas txikis
Que son seria competencia
Y otro cañi rastafari
Le pide un peine a la vieja
¿Qué hacéis con todos los payos?
Pregunta o más bien sentencia
Y luego pilla unas txutxes
Pa completar la merienda
Pero lo más de lo más
Pero lo más de lo más
Es la triste Cafetera
Con sus jokers y bufones
Sus hetairas y unos mendas
Descoloridos que miran
Trabajar a la parienta
En la calle de las Cortes hay una máquina eléctrica
Que por ponerle algún nombre llamamos la Cafetera
(Y por el ruido que mete
Cuando se anima y calienta)
Metáfora descarnada
De esta maldita existencia
La bola rebota y salta
Y en las esquinas se aquieta
Y por los pelos escapa
Y luego se agita inquieta
Y débilmente se eleva...
Para finalmente hundirse
En el agujero a sabiendas
Pero de pronto revive
Porque suena bola extra
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