jueves, 4 de abril de 2019

400 BOLAÑOS



Fui una tarde, con mi madre, para enseñarle Matadero Madrid y había una exposición de Bolaño –cartitas, dibujitos, portaditas, borradores de Bolaño, y lo que dijo mi vieja:
-Pero bueno, quién es Bolaño, ni que fuera Cervantes…
Bolaño en internet se vende a precio de incunables. Las primeras ediciones de Los detectives salvajes y 2666 no bajan de los cuatrocientos euros. Los detectives me lo regaló M**n cuando salió, premio Anagrama 1999, y sí que se veía que Bolaño –chileno pero afincado en Gerona- tenía carrete. Daba sopas con onda en imaginación e inventiva a toda la literatura española en general. Bolaño vivía entonces en Blanes, aún no se había muerto.



2666 cuando apareció lo vendían los yonkis en Atocha, que robaban los bestsellers del Hipercor, lo tenían por diez euros. ¿Y ahora 450€? Anda ya... Pero es que a raíz de la muerte de Bolaño hubo unas ansias terribles y un agente literario –el chacal Andrew Wyllie (¡el chacal!)- negoció los derechos con la familia, y en España Alfaguara se lo quitó a Anagrama que había publicado todo Bolaño.

                  

Pero ya estaba todo el pescao vendido, ya todos los estudiantes tenían sus bolaños, y en las bibliotecas públicas era imposible encontrar bolaños, que estaban todos prestados, y cuando encontrabas alguno estaba no sólo muy gastado, sino con mocos y mierda y sangre (así, sin comas), lo que quizás no habría disgustado del todo a Bolaño.



Así que Alfaguara no creo que le haya sacado mucho, pero así de miserables son las empresas capitalistas, editoriales incluidas, y envidiosas, por mucha literatura que le pongan…
Bolaño está bien, tiene fuerza y pegada, levanta un mundo. Aunque todas esas historias literarias que cuenta –siempre historias de escritores, de grupos literarios, de generaciones, cuentos alegres y dramáticos de escritores que beben y bailan y follan con todo lo que se mueve- todo eso es mentira, una impostura, cualquier sabe que escribir es una actividad solitaria. O a lo mejor ser poeta es más molón en Mexico DF, donde vivió Bolaño.



Ahora el tiempo va poniendo las cosas en su sitio. Hay Bolaños buenos (los dos ya citados, Estrella distante, los cuentos, Los sinsabores de un verdaderopolicía…), Bolaños regulares (Una novelita lumpen, Mr. Pain) y auténticos boluños, bolaños/truños como Nocturno de Chile, Amuleto o El espíritu de la ciencia ficción. Pero el arca de Bolaño da mucha guita y siguen y seguirán saliendo más cosas.

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