jueves, 3 de noviembre de 2011

VAMOS A MENOS

¿De quién la genial idea de cerrar el metro de Madrid a las doce de la noche…?
De toda la puta vida de Dios, que uno recuerde y sepa, el último metro ha salido de la cabecera del trayecto a la una y media de la madrugada…O sea que podías cogerlo incluso más tarde de las 2.00 en algunas estaciones, en el transcurso del recorrido hasta la estación final.
Pero ya se venía venir, primero empezaron a decir por los altavoces –en lugar del tradicional Señores viajeros- eso de Señores clientes. (“Señores clientes”, como si habría ochenta metros distintos para elegir…)

 
Y aluego, en los paneles: “Sres clientes: ha finalizado el servicio de trenes en esta vía”. Pero es que todavía no era ni la una y media. Lo que ponía en los paneles era mentira. Algunos inocentes abandonaban los andenes y salían otra vez a la noche lóbrega, cuando todavía quedaban unos cuantos convoys haciendo el recorrido.

Esto para acostumbrar al personal.
 
Cuando la huelga de metro, aquella “huelga salvaje”, los metreros le echaron un par y se salieron con la suya: que no les rebajaran el 5% (al final fue un 1% y vale), para lo cual las autoridades demagógicas se amparaban en que los trabajadores de metro eran funcionarios. Pero solamente eran personal laboral, amigo.

 
Lo de “que eran funcionarios” lo decía Granados, aquel consejero hoy día cesado y caído en desgracia (no hay que alegrarse demasiado, otro peor vendrá).

“Granados, consejero, recibe a estos bomberos”, le cantábamos en la Puerta del Sol, pero Granados ni asomarse. “Estoy hasta los cojones de los bomberos” dijo a micrófono cerrado que al final estaba abierto…

 
Sólo que esto, como dijo Kipling, es otra historia. Uno quería escribir de vaga y amena literatura, pero es que…

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