lunes, 13 de agosto de 2018

PEREZ


PEREZ- en 1983 pasó por aquí Natalio Pérez Jimenez. (¿O fue en 1988?) El nombre y fecha están escritos en uno de estos pedrolos de granito, pero no con tinta, sino grabados con escoplo y martillo probablemente –letras de tamaño Cinemascope- con un esfuerzo digno de mejor causa. Y así debió comprenderlo el propio Natalio, que vuelve a firmar otra roca en 1990, ya con unos trazos de pintura negra que el tiempo va borrando inclemente. Luego he caído que Natalio, un tipo con tanto tiempo por delante, tenía que ser por fuerza un antecedente mío, otro vigilante, sí, de cuando no tenían ni caseta…

No hay comentarios:

Publicar un comentario