martes, 14 de agosto de 2018

UN VIEJO DE CENICIENTOS

la feria de Cenicientos
…enseguida me cayó bien aquel viejo. Muy moreno de color tierra, el pelo todavía negro, larguito, un tipo menudo y sarmentoso que con su gorra azul de gasolinera y camisa de cuadros no habría desentonado en un pueblo triguero de Kansas… Se veía que era de campo campo y por eso no se hacía a las mañas de los comerciantes. Le había dicho al tendero un trozo de queso del que yo llevo. amagándolo con las manos, pero el de la tienda se lo cortó el doble de gordo y el viejo no sabía qué cara poner, muy grande, balbució. Te lo envuelvo al vacío si quieres- Y el viejo como había público, o sea yo, maliciándose que el otro quisiera tangarle con el queso se trabucó un poco y se le cayó al suelo una botella de agua que llevaba que yo la recogí y se la dí, y por pundonor más que otra cosa rehusó la mitad del queso y cuando se fue pedí un trozo del mismo queso del viejo que

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