lunes, 13 de agosto de 2018

UNA GATA


Aparece siempre a esa hora del atardecer.  Hoy llega hasta el cuarto del ordenador al fondo de la casa. Maulla. Otras veces aparece y le saco algo de comer, un poco de chorizo o de bonito, y no siempre lo quiere. Se diría que viene para saludar. Confianzas pocas. Si quiero cogerla sale a la terraza y se descuelga con elegancia. (hoy, cosa rara, tenía hambre y se lo ha comido todo). A veces entra y sale sin más, marcando territorio, o se queda tumbada en el balcón, y echa atrás la cabecita para examinarme. Me parece bien, porque –parece querer decir- ella estaba antes. Siempre estabn antes, los gatos

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