Luego
no salió el álbum como tal, pero ny regrabó los temas repartiéndolos en discos
posteriores. Aquí a pelo los interpreta, con la guitarra acústica, y a ratos
con el piano también se lo burla…Y sobre
todo esa vocecilla, esa voz de ratón, que no ha cambiado en cincuenta años.
Y es
lo que tiene este hombre -la prerrogativa del artista verdadero. La música “fluye
por sus venas” y le sale por las orejas y para cuando quieres oír su último
disco ya ha sacado otro nuevo, otro nuevo. Aquí se vendió mucho el baladista
bucólico de Harvest pero luego fue saliendo todo lo demás,
–incluso
los experimentos tecno, country, rockabilly, que le valieron el mosqueo de la
discográfica, porque no vendía… Hay sobre todo dos Neil Young, el tranquilo y
campestre, y también el guitarrero (el que gusta a los indies y que improvisa
diez minutos seguidos, pero sin perder de vista la canción, a la que vuelve una
y otra vez… Por eso me gusta más que su maestro, Himi Hendrix... The loner.
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