martes, 5 de marzo de 2019

SHIP OF FOOLS 2



Una tuba. A través de las paredes de la casa llega el sonido progresivo de un instrumento de viento, yo qué sé cual, la tuba, el fagot, el oboe... Triste pero tranquilo recorre toda la escala del sonido, acabando en una nota aguda, casi afónica, o tan grave que empacha.
Y vuelve a empezar, gris y en sordina. De dónde surge ni puta idea, parece un faraón que hubiera quedado emparedado en el muro maestro y tratara de contener a las serpientes. Oyéndolo abandono en el acto todo deseo de aprender a tocar algún instrumento musical. Mi instrumento será este teclado de ordenador y mi música “la música de las palabras, que cabalga en el silencio” (toma ya, Faulkner)... Escribiendo se puede improvisar, para hacerlo en música hay que traer los deberes bien hechos.


Gurruchaga. Como es carnaval actúa Orquesta Mondragón en el parque Berlín. Aguantamos allí hasta una  versión de Imagine que Gurruchaga pide al personal que coree. A los que he hablado del concierto me preguntan todos: ¿Pero todavía siguen? ¿No se había muerto? Es cierto que es una especie de resurrección. Hace no tanto le veía al donostiarra por la filmoteca, con la gorrita de cuadros, de madrileño castizo. En medio de la película, oía su risa fantasmal, inconfundible, unos asientos por detrás, risa de showman que regalaba a la platea vacía...


Mutis. Ha leído los tres libros que escribí y me pregunta incansable sobre ellos, buscando una raíz autobiográfica. Cuando estoy por darle una respuesta sigue preguntando, montando una pregunta sobre otra, y me deja perorando en el vacío. Yo agradezco estas atenciones, pero… debe ser que al final se ha hecho uno tanto a la soledad que, aún necesitando de la gente, cualquier charleta le agobia. Parece que me ve como “un personaje”, un escritor “maldito”. Y al final (aunque me digo, ya te vale tío para una vez que se ocupan finalmente de tu obra) le suelto, lo mismo que habría hecho, yo qué sé quién, Bukowski: mira tío lo siento ahora mismo me tengo que ir me estoy cagando. Y me voy, me voy en plan divo, pero a la carrera.

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