Había que salir del Madrid macarra del verano, para meterse en esa tierra de nadie que queda entre las dos carreteras grandes, la N-1 y la N-2, pero más bien tirando a Guadalajara, carretera de Uceda, con la sierra norte despeñándose a un lado y el Pico del Lobo flotando en la calima. Iba para los pueblos de pizarra famosos y a las pozas del Aljibe pero al llegar al pueblo me han dicho, ahora ni vayas, están secas (la foto del agua está cogida de internet)
pero bueno, ya que estoy aquí, en casa Cristo, me voy a acercar, bueno, hay que bajar todo cuesta abajo por unos jarales pensando esto tiene que arder que da gusto, es ya la tarde y el sol aún pega de plano, por aquí todo se ve muy cerca pero hay que moverse mucho y dar vueltas para todo...
las pozas, sí, están secas y asomándose se ven abisales, en su lecho de roca, entonces bajo al río y también baja escaso, pero cuando me como el bocata y me voy a volver, encuentro un poco más adelante un brazo de agua profundo, que cubre entero, y hasta se pueden hacer unos largos
tumbado haciendo el muerto, flotando en la poza y flipando, y viendo del revés las ramas de los sauces, me da por pensar la frase de John Lennon: la vida es lo que te pasa mientras tú vives ocupado en otros planes, adios julio, hola agosto
la trilla, carretera de Uceda |
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